Mi último sueño. (Por Pilar Cecilia)
Cuando el sol se pone su antifaz y los rayos son famélicos resplandores, me tiendo de espaldas a la mañana sólo para contemplar los sueños de mi noche. Es un momento egoísta, mío, tan mío que, a veces, ni siquiera pienso, evitando que alguien pudiera percibir el galopar de mis ideas o adivine la puerta de entrada a ese mundo increíble. Y allí estoy yo, como en una estación, con un pasaje a ningún lado y a todo.
Un silbido implacable anuncia la partida del vagón y me voy sin equipaje, sin abrazos de despedida, sin cartas de un vuelve pronto. Me voy, sí, mayúscula libertad la de no saber de donde vengo, ni a donde me dirijo.
Me gusta soñar, me gusta dejarme guiar por ese inconsciente, vanguardia constante de un no detenerse ante ninguna bandera. Por eso vuelvo a revisar mis sueños cada mañana, los saboreo, los digiero revivo a mi otro mundo y me quedo quieta, en silencio para no despertarlos. Hoy hice lo mismo, esperé el ritual que consagra mi momento.
El sol tendía hilos sobre las nubes y éstas se dejaban cautivar y yo con ellas. Me tendí como la amante que espera las caricias que despertarán el desafío de entregarse toda, de contenerse, de contemplarse desnudos a esa realidad inevitable.
Ahí, impaciente, volví la espalda a mi mañana y entreabrí el umbral de mis sueños:
Magia deslumbrante, paisajes cegados a mis noches y violados por mi curiosidad cada amanecer.
Oscuridad, silencio, cautela, sigilo .mis pupilas dilatadas, mi pulso acelerado y yo...yo adentrándome en laberintos prohibidos y fantásticos
* * *
No sé cuanto tiempo ha pasado.Sé que afuera está oscuro, lo presiento. El amanecer dio paso al mediodía, el mediodía a la tarde y la tarde a la noche. Todo cumple su ciclo. El sol desistió en el intento de seducir a la luna, las sombras se diseminan por el valle. Es hora de dormir y soñar para quienes son ajenos a mi aventura, pero yo..., yo aún sigo aquí, no encuentro la puerta de salida, continúo atrapada por un sueño y giro en espirales de otro mundo. Me perdí en el laberinto, me extravié en ese espacio donde danzan la nada y el todo.
Sólo espero que exista un mañana que pueda enfocar mi puerta de salida, sólo espero volver a contemplar, desde esa mañana, mis sueños. Sólo espero que, algún día, amanezca.
Pilar M.
(Mi agradecimiento a mi amiga Pilar Cecilia desde Chile, por dejarme publicar su texto tan interesante)
Un silbido implacable anuncia la partida del vagón y me voy sin equipaje, sin abrazos de despedida, sin cartas de un vuelve pronto. Me voy, sí, mayúscula libertad la de no saber de donde vengo, ni a donde me dirijo.
Me gusta soñar, me gusta dejarme guiar por ese inconsciente, vanguardia constante de un no detenerse ante ninguna bandera. Por eso vuelvo a revisar mis sueños cada mañana, los saboreo, los digiero revivo a mi otro mundo y me quedo quieta, en silencio para no despertarlos. Hoy hice lo mismo, esperé el ritual que consagra mi momento.
El sol tendía hilos sobre las nubes y éstas se dejaban cautivar y yo con ellas. Me tendí como la amante que espera las caricias que despertarán el desafío de entregarse toda, de contenerse, de contemplarse desnudos a esa realidad inevitable.
Ahí, impaciente, volví la espalda a mi mañana y entreabrí el umbral de mis sueños:
Magia deslumbrante, paisajes cegados a mis noches y violados por mi curiosidad cada amanecer.
Oscuridad, silencio, cautela, sigilo .mis pupilas dilatadas, mi pulso acelerado y yo...yo adentrándome en laberintos prohibidos y fantásticos
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No sé cuanto tiempo ha pasado.Sé que afuera está oscuro, lo presiento. El amanecer dio paso al mediodía, el mediodía a la tarde y la tarde a la noche. Todo cumple su ciclo. El sol desistió en el intento de seducir a la luna, las sombras se diseminan por el valle. Es hora de dormir y soñar para quienes son ajenos a mi aventura, pero yo..., yo aún sigo aquí, no encuentro la puerta de salida, continúo atrapada por un sueño y giro en espirales de otro mundo. Me perdí en el laberinto, me extravié en ese espacio donde danzan la nada y el todo.
Sólo espero que exista un mañana que pueda enfocar mi puerta de salida, sólo espero volver a contemplar, desde esa mañana, mis sueños. Sólo espero que, algún día, amanezca.
Pilar M.
(Mi agradecimiento a mi amiga Pilar Cecilia desde Chile, por dejarme publicar su texto tan interesante)
8 comentarios
Mariose -
Pilar -
Gracias Brujilda y a todos los que han comentado mi texto.
Un gran abrazo
Pilar
Mariose -
¿Sabes? Ya están todo confirmado, las reservas y lo demás.....Ufffff! qué miedo me da volar pero... bueno lo superaré, eso es lo de menos. Lo importante será ver tu carita y sentir tus abrazos......
Un millón de besos y abrazos de osos manita. :D
Ivonne -
Mariose estoy segura que no te irás desilucionada de Chile.
Un beso lleno de Magia.
Anónimo -
Mariose -
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Corazón: Sí, seguro que sí porque es una mujer muy iluminada, con mucho que ofrecer, por eso y por otras cosas haré lo posible por conocerla, aunque tenga que ir a Chile, pero ya lo tengo casi todo arreglado para poder ir por Octubre... y es que todo tiene conexión y nunca sabes lo que vas a encontrar y he tenido mucha suerte en encontrar a unas bellísimas personas. Ya os contaré. Un beso chiquita, a ver si te leo con calma.
Corazón... -
Yo agradezco a ambas, por compartir con nosotros este bonito texto.
Soñar con los ojos abiertos, con todos nuestros sentidos es maravilloso, sé que pronto amanecerá y verá brillar el sol en su ventanal :-)
Un beso y saludos!
;o)
white -