ELVIRA LINDO
Acabo de terminar "Una palabra tuya"de Elvira Lindo, premio Biblioteca Breve, que consiguió, anecdóticamente utilizando el pseudónimo de Antonia Garrido (nombre de su madre) con el título de Rosario
Me gusta seguir los pasos de un escritor, no de un solo libro, si me gusta, intento leerme más de un libro, su obra y ella me enganchó desde la primera página. He sido su incondicional lectora, aunque debo de decir, que ni mucho menos, he podido leer todo lo que ha escrito (que es muchísimo y más de lo que creía cuando me he puesto a investigar un poco sobre su obra)
La descubrí por mediación de mis hijos. Le regalaron un libro de la saga de Manolito gafotasy lo que creía que era sólo un libro más de niños, al oír sus risas contagiosas, mientras leían, empecé a fijarme en su autora.
A mí por entonces, al leer sus páginas, la empecé a admirar, al pensar lo difícil que debe ser, meterse en el papel de un crío, que mentalmente sientas como ellos y que parezca que en verdad lo eres, aunque tú seas una persona madura, (en apariencias al menos).
Este personaje le dio vida en la radio, en el programa que ella presentaba y su marido (Antonio Muñoz Molina, dos veces Premio Nacional por sus novelas) le animó a que reuniera esos artículos y publicara un libro. Así empezó la trilogía Tinto de verano (he leído durante tres veranos, sus tres libros y regalado en repetidas veces, porque son de fácil lectura, refrescantes y que te llenan de su energía, su manera llana de entender la familia desechando los tópicos y tocando tierra)
Ha tenido que demostrar su valía, más que otros escritores, siendo inferiormente considerada, quizás por ser la mujer de un catedrático, como si tuviera que competir con él, estando un poco a la sombra de él, quizás por escribir de esa forma tan particular, sin florituras, pero siempre llegando a la gente.
En Una palabra tuya se le nota esos años de radio, esa facilidad de palabra en esos monólogos que emprende y consigue engancharte desde la primera página.
Lo recomiendo si queréis pasar un buen rato, se lee rápido, hace que te enternezcas con sus protagonistas, que ve en ella a tantas mujeres que luchan en el día a día. Mujeres que hacen balance de sus vidas y que han desechado encontrar ya al príncipe azul, desmitificando la relación de madre-hija, desde un marco más real, sin prescindir del sarcasmo, pero tampoco de la ternura y llena de sentimientos en sus palabras. Palabras sentidas, monólogos fluidos y ligeros, con un extraordinario dominio de la voz del pueblo.
La segunda protagonista es su compañera de trabajo (barrenderas) inseparable amiga fiel desde niña, que la imagino como si fuera una Sancho Panza mujer de hoy en día (pero sin perder la viveza de la niña que fue y nunca la abandonó). Es el retrato de estas dos mujeres que temen no merecer ser felices, que ven en sus tropiezos diarios, como van perdiendo la ilusión por conseguirla en su búsqueda diaria mientras la realidad es más cruda y aceptan lo que tienen, que es a lo que realmente pueden agarrarse. En una encrucijada de valores y opiniones. Es la cara y la cruz de una misma moneda.
Elvira Lindo, se ha hecho a sí misma y podría extenderme mucho más, pero desde aquí os invito a descubrirla si aún no lo habéis hecho.
Me gusta seguir los pasos de un escritor, no de un solo libro, si me gusta, intento leerme más de un libro, su obra y ella me enganchó desde la primera página. He sido su incondicional lectora, aunque debo de decir, que ni mucho menos, he podido leer todo lo que ha escrito (que es muchísimo y más de lo que creía cuando me he puesto a investigar un poco sobre su obra)
La descubrí por mediación de mis hijos. Le regalaron un libro de la saga de Manolito gafotasy lo que creía que era sólo un libro más de niños, al oír sus risas contagiosas, mientras leían, empecé a fijarme en su autora.
A mí por entonces, al leer sus páginas, la empecé a admirar, al pensar lo difícil que debe ser, meterse en el papel de un crío, que mentalmente sientas como ellos y que parezca que en verdad lo eres, aunque tú seas una persona madura, (en apariencias al menos).
Este personaje le dio vida en la radio, en el programa que ella presentaba y su marido (Antonio Muñoz Molina, dos veces Premio Nacional por sus novelas) le animó a que reuniera esos artículos y publicara un libro. Así empezó la trilogía Tinto de verano (he leído durante tres veranos, sus tres libros y regalado en repetidas veces, porque son de fácil lectura, refrescantes y que te llenan de su energía, su manera llana de entender la familia desechando los tópicos y tocando tierra)
Ha tenido que demostrar su valía, más que otros escritores, siendo inferiormente considerada, quizás por ser la mujer de un catedrático, como si tuviera que competir con él, estando un poco a la sombra de él, quizás por escribir de esa forma tan particular, sin florituras, pero siempre llegando a la gente.
En Una palabra tuya se le nota esos años de radio, esa facilidad de palabra en esos monólogos que emprende y consigue engancharte desde la primera página.
Lo recomiendo si queréis pasar un buen rato, se lee rápido, hace que te enternezcas con sus protagonistas, que ve en ella a tantas mujeres que luchan en el día a día. Mujeres que hacen balance de sus vidas y que han desechado encontrar ya al príncipe azul, desmitificando la relación de madre-hija, desde un marco más real, sin prescindir del sarcasmo, pero tampoco de la ternura y llena de sentimientos en sus palabras. Palabras sentidas, monólogos fluidos y ligeros, con un extraordinario dominio de la voz del pueblo.
La segunda protagonista es su compañera de trabajo (barrenderas) inseparable amiga fiel desde niña, que la imagino como si fuera una Sancho Panza mujer de hoy en día (pero sin perder la viveza de la niña que fue y nunca la abandonó). Es el retrato de estas dos mujeres que temen no merecer ser felices, que ven en sus tropiezos diarios, como van perdiendo la ilusión por conseguirla en su búsqueda diaria mientras la realidad es más cruda y aceptan lo que tienen, que es a lo que realmente pueden agarrarse. En una encrucijada de valores y opiniones. Es la cara y la cruz de una misma moneda.
Elvira Lindo, se ha hecho a sí misma y podría extenderme mucho más, pero desde aquí os invito a descubrirla si aún no lo habéis hecho.
11 comentarios
Virginia -
Para Onice -
Para bita -
... Y que sí que te lo recomiendo, que pasarás un buen rato, ya me contarás.
Para monocamy -
Para el búcaro: -
Para Onice -
bita -
Besitos!!
monocamy -
Menos mal que yo sigo siendo un niño, para compensar la balanza :PPPP
A esa escritora no la conozco. Yo estoy leyendo "El ocho", de Katherine Deville, que trata de un supuesto tablero y fichas de ajedrez que guardan, en la geometría de sus casillas, fórmulas y preceptos secretos que conceden poder.
Está muy interesante, voy por la mitad :PP
Y otra cosa: ya te dije que quitaras ese perfil en la cabecera de tu blog, que pone nervioso a todo el que entra xDD :) - -
Mira la Onice, por ejemplo, sieeeeempre equivocándose...
juOjuOjuO :PPP
:*
elbucaro -
Onice -
Onice -
Ciertamente este libro parece muy interesante, lo leeré.
Gracias por el consejo. Un besito!!!