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MaRioSe.Compartiendo Sueños.

UN FIAMBRE EN MI CAMA.

UN FIAMBRE EN MI CAMA. - Andrea, ¿Quieres hacer el favor de coger el teléfono? Pero... si hoy librabas. Llevo todo el día llamándote, ¿estás?... y el móvil, como siempre, está apagado o fuera de cobertura... ¡Andrea!...en cuanto oigas el mensaje me llamas. Si estás con el tipo ese que ibas a salir ayer, me alegro, pero mándame al menos un mensaje diciendo que estás bien.

Ya empezaba a preocuparse por su amiga y compañera de piso. No era normal en ella, ya que siempre que tenía alguna aventura, le faltaba tiempo para llamarla y contarle lo maravilloso y fantástico que era su nueva conquista, aunque días después tuviera que consolar a su amiga, una vez más, hecho que tenía asumido no obstante, porque o bien la había dejado el chico en cuestión, o era ella quien daba por terminada la relación, al comprobar que era un cretino o que estaba casado.

Anoche se acostó temprano, ni siquiera la oyó llegar y ... ¿Si no regresó? Ahora que lo pensaba, tampoco se dio cuenta esta mañana, ya que salió volando hacía la reunión de la oficina, en la que no se podía permitir llegar tarde.

* * * * *

¡Por fin! Otra jornada consumida y apurada hasta el fondo, sin ganas, y a la vez sin remedio, como si se tratara de una medicina con prospecto y receta medica. Tomada sin cuchara, amargándole igualmente. Quién le iba a decir a ella que le iba a costar tanto ambientarse en aquella auditoría. Todos sus compañeros y compañeras, parecían tan felices, enterrados entre cuentas y números, con esas sonrisas dibujadas en sus boquitas tan hipócritas, con la misma mirada lasciva que tanto le sonaba por parte de ellos y ellas tan desconfiadas, tan cómplices entre sí, como si fueran leonas defendiendo a su manada.

Azucena Flores pensaba en todo esto, mientras bajaba el ascensor de las oficinas centrales donde había entregado los últimos expedientes del día. En esto y en quitarse esos malditos tacones rojos que se había puesto hoy para ir al despacho de su jefe. Su traje era tan gris oscuro como su corazón en aquellos instantes pero de ninguna manera quería parecerlo. Así que se colocó aquellos maravillosos zapatos (maravillosos en el escaparate, no en sus pies doloridos, claro) y lo acompañó de un pequeño bolso, por supuesto de un color rojo intenso, como intensas e interminables le parecían las horas desde que se subió a sus fantásticos tacones, esa misma mañana; ahora tan lejana para ella. Así que se descalzó siéndole indiferente que en el ascensor estuviera acompañada de una pareja, muy ocupada en regalarse miradas cómplices, por cierto. Seguro que no repararían en ella.

¡Ohhhh! ¡Qué placer Dios mío! No quería llegar a la planta cero y volverse a calzarse. No, lo que quería es poder ser lanzada desde el ascensor a su mullida cama, que la estaría esperando y echado de menos, como si de una novia se tratara, en su nuevo apartamento alquilado.

Buscó un banco cercano, donde sentarse, se descalzó nuevamente, para poder hacerse un ligero masaje en sus pies doloridos, mientras llamaba desde su móvil a un taxi. No tenía ganas de dar un paso más. Sólo soñaba en poder llegar a su piso pronto, sumergirse en un baño relajante, meterse en la cama y leer un rato hasta quedarse dormida.

- Aquí está bien. Déjeme aquí mismo, por favor. Dígame ¿cuánto le debo?

Se bajó del taxi que la dejó casi justo en la entrada del bloque de viviendas, donde Azu vivía desde que la trasladaron a la capital, hacía solo dos meses, por petición propia, alegando asuntos personales, (huyendo en el fondo de su ex pareja, un insoportable, egocéntrico e insufrible que le estaba haciendo la vida imposible, persiguiéndola por toda Sevilla a ella y a todos los que se le acercaran). Casi le había dejado el taxista en su puerta, ya que justo cerrando la entrada, estaba aparcada una ambulancia y un coche de policía.

El bloque estaba lleno de curiosos. Vecinos que a su paso la miraban de forma extraña, no había pasado ni el rellano de la planta baja, cuando advirtió como todos los ojos de los presentes se clavaban en ella; o se lo estaba imaginando o la vecina del 3ºC le devolvía la mirada con ojos llenos de... pena ¿Por qué? ¿Qué demonios estaba ocurriendo?

- Señorita, no puede usted pasar, haga usted el favor de salirse fuera.
- ¿Cómo que fuera? Vivo aquí. ¿Qué está pasando? Que alguien me lo explique, por favor.
- Sí agente, ella es una de las del 4ºA (doña Casimira Usera, miraba al policía con complicidad y haciendo gestos con el cuello, como si de una de flecha se tratara y abriendo los ojos como si se le fueran a salir de sus órbitas).

- Acompáñeme, por favor, la llevaré junto al inspector.

- ¿El inspector? ¿Qué diantre está pasando? ¿Alguien me lo puede explicar?

- Suba usted a su apartamento, allí se lo podrán explicar mejor.

- Pero contésteme por favor, Andrea, mi compañera de piso, ¿está bien?

- Lo siento, no puedo ayudarle, mi compañero se lo explicará todo.

Estaba visto que aquel policía no estaba dispuesto a soltar prenda, así que prefirió callar e intentar relajarse. No quería pensar, intuía que algo horrible había pasado. Respiraría, se concentraría en llenar sus pulmones, pero ¿cómo se hacía? Necesitaba beber algo. Le costaba respirar. Un whisky le vendría que ni anillo al dedo. No, mejor agua, ya prácticamente se podía decir que no bebía. Lo dejó al trasladarse a Madrid. Como dejó su pasado. Atrás.

Su puerta estaba... ¿abierta? Qué demonios estaba pasando. Todo esto olía mal, como su apartamento al entrar. ¡Dios mío! ¿Con qué derecho esas personas estaban curioseando allí dentro, poniendo la casa toda revuelta sin ningún miramiento? Y.. ¿Dónde estaba Andrea?

Se fue directamente a la habitación de Andrea. Algo le decía que cuando entrara dentro todas sus dudas se disiparían.

Abrió la boca con miedo y asombro, tapándosela con la mano. No podía hablar, su garganta no le respondía. ¿Quién era ese hombre que estaba totalmente desnudo encima de la cama?

13 comentarios

angel -

Hola, te invito a recorrer los laberintos y recodos de mi blog literario en el que mes a mes publico 11 poemas de distintos autores. Espero te agrade. Bienvenida desde ya.
Saludos,
Angel

Para Trini: -

Lo maduraré Trini y... de aquí a poco, "cuelgo" mi posible final, que se me está atravesando desde hace ya muuuuuucho tiempo y me está empezando a entrar ganas de MATAAAAAAAAAAAAAAAR...

... el rato, quería decir.

Gracías por vuestras ingeniosa imaginación, pero no os cortéis que me encantan y han hecho que me descojona
e con algunos comentarios, al menos me relajó.

Estoy dentro y... huele a sangre corrompida, pero eso es lo de menos...

Para Manu (lolo) -

Pero...¡Looooooooooooooooooooooooolo! Chiquillo qué alegría por el reencuentro y porque al fín ella pasó a la historia. Me alegro por tí (porque... hay que alegrarse ¿no?) Espero no perderte la pista de nuevo, niño, que me dabas siempre muy buena energia.
Nus vemus!!! ;-P

LOLO -

Desde luego me pierdes la pista y te pones a escribir estas aventuras...
Sólo te voy a decir una cosa, Andrea no esta conmigo... jajaja
besos preciosa

Trini -

Pues el relato me parece bueno así qu emadura el mejor final de los 3 que tienes y terminalo.
Terminalo tú, con tus palabras y tu manera de decir las cosas.

Un abrazo

elbucaro -

Me gusta el relato,yo pondría que lo han matado al que estaba en la cama con su compañera y a ella la han secuestrado para usarla de gancho y capturar a nuestra protagonista porque en los tacones rojos tiene un microfilm oculto. Besitos.

monocamy -

...

Azu entró en la habitación con los ojos como platos. El hombre desnudo conservaba la erección, por el rigor mortis, y algún agente iluminado había puesto una etiqueta en la punta del glande, señalando una prueba (una hebra de nylon, probablemente desprendida de las braguitas de la asesina). Vamos, que parecía un velero, el fulano.

Andrea sollozaba en una esquina pero no desgarradoramente, sino como con cierta indignación, como una presa que se siente pillada mientras devora. De sus comisuras caían sendos reguerillos de sangre....

Instintivamente... la chica esta... joer.. como se llamaba, pera, voy a mirar arriba. :PP Ah, eso. Instintivamente Azu giró su cabeza buscando algo en el cuello de la víctima... en efecto!!! dos orificios redondos separados unos 7 cm entre sí!!!.

Se acercó a Almu. No, almu no. Hum.. andrea!!! se acercó a andrea y le preguntó:

- ¿pero y esto cómo se explica, dióRRRRmío?

Andrea, hablando con cierta dificultad por culpa de los dientes (todavía alargados...) le respondió:

- Affffu... no efff lo gggue pabefe. Fí, vale, foy fampira pero no una afefina cruel!!! Efe fiambre ef el hombre loffo, todo era un plan pava acabaff con él! ¡y nadie me creeeee! BUAAAAAAA bua bua buaaaa buaaaaaa!!!

Aquel llando se volvió ahora desgarrador e insportable, se clavaba en el cerebro y retumbaba en las paredes BUAAAAA BUAAAAAA!!!!.. hasta que las vibraciones llegaron hasta la cueva de SuperRatón, que se estaba tirando una rata de amiga (entiéndase...). Reaccionando, saltó del catre.

- Ratita: ¿a dónde vas?
- S. rATÓN: yo a una misión... tú a la mierda.

(es que había visto "Dos duros sobre ruedas" la noche anterior).

Joer, y ahora cómo acabo yo esta historia?

socorrooooooooooo

:***

santinobrain -

¡Por favor, terminalo!
No importa tanto el final que elijas como que sea tuyo.
También puedes escribir los tres finales.
"si crees X pulsa aquí".
¡Hala! Como es poco trabajo ponerse a terminar un relato encima con juegos de HTML.

gabriela -

y nos dejas asi?... sin mas? no es justo! :P

Tú ya sabes -

Bah!!! Cote, me dejaste metida... quiero más. En todo caso, la continuación de Carlitosreina, me pareció jocosa... , me gustó.

lua -

...y si se murió del polvazo??? :P
Me ha encantado, te lo has currado muy mucho :D

Dark kisses

carlitosreina -

Yacía boca-arriba con su miembro totalmente erecto. Dicen que a veces pasa.
La sábana de arriba estaba totalmente engurruñada y parcialmente caída sobre el suelo por los pies de la cama. La de abajo, sobre la que erigía el desconocido, estaba absolutamente teñida de un rojo sangre muy real.
Después del primer impacto paralizador, Azu consiguió reaccionar para empezar a girar su cabeza de un lado a otro, y de otro a uno, y vuelta a girar cada vez más enérgicamente. Pero no encontraba lo que buscaba: el cuerpo de su compañera.
El inspector la sacó de su movimiento desconsolado, cogiéndola de la mano y rogándole colaboración. –Señorita, acompáñeme un instante. Sólo será un momento. Y la llevó profesional pero humanamente de la mano hasta la mitad de la habitación, donde se pararon producto del temblor que sacudió a Azu al empezar a ver al lado derecho de la cama, sobre el suelo, boca-abajo, y también desnuda, lo que temía encontrar. – Al parecer ella perdió el control con el juego sexual que llevaban… El espejo lo tenía ella en las manos, y debió resbalársele, con la mala suerte de quebrarse en algún momento, ella caer sobre él … y terminar ambos así… Un accidente lamentable, ciertamente. ¿Qué tontería se le había ocurrido esta vez a esta loca? No paraba de preguntarse mientras se deshacía en lágrimas con forma de interrogación, que empapaban su cara arrugada.
Cuando Azu miró al cielo (que estaba tapado por el techo de la habitación) y gritó diciendo que ella la quería, que no podía haber pasado esto, no sin haberlo intentado juntas… una música sacó a todos los presentes del estado de convulsión. Parecía una sirena de policía. Azu miraba extrañada al inspector, el cual se quitó la gorra, las gafas de sol y un bigote postizo. Era López-Iturriaga, que con un ramo de flores en una mano y un monigote de papel blanco enorme en la otra, le decía a Azu que todo era una broma, que se riera y saludara a la cámara. Azu cogió el ramo con la mano izquierda, y le agradeció la broma a Iturriaga con un gancho de derecha en la mandíbula que lo tumbó. Se subió con los tacones a la espalda de la actriz, se quitó uno, y le acertó de lleno en el pene con el tacón al actor, que inmediatamente dejó de sonreír y aplaudir.
Azu salió de la habitación diciendo, con desdén, aquello de Ya me había dado cuenta…

Mariose -

¿Qué le falta?
¿Cómo creéis que sigue?
¿Qué final os esperáis?
¿De qué murió?
¿Hubo asesinato en esta historia?
Tengo tres posibles finales, pero no terminan por convecerme...
Quisiera saber, qué habéis pensado al leerlo, si os pareció un rollazo, extenso, si os imaginásteis la escena?...¿si lo tiro a la papelera?...
Agradecida ya, si lo habéis leido, si me regalaron vuestro tiempo...

... y el final sería... ¿?